LOS 10 PRINCIPIOS DEL PACTO MUNDIAL
Aunque podría pensarse que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es un listado de propósitos dirigidos a los Estados, en realidad, van mucho más allá. Para que los ODS sean realmente efectivos, todos deben comprometerse con ellos. TODOS son gobiernos, instituciones públicas, sociedad… y como no, las empresas ya que son un importante agente de cambio y transformación.
En el año 2000 nace la iniciativa de la ONU conocida como los 10 PRINCIPIOS DEL PACTO MUNDIAL para la sostenibilidad del sector privado. Esta iniciativa está llamada a ser la catalizadora de los esfuerzos de empresas y organizaciones en la consecución de los ODS. A partir de eses momento un nuevo de paradigma de acción y colaboración se abre para las entidades responsables. Está claro que no se alcanzará el éxito empresarial sin un entorno sostenible. Al mismo tiempo, el desarrollo a nivel local o internacional necesita de las empresas. Este binomio dibuja una nueva dimensión de la responsabilidad social, donde empresas están llamadas a ser las protagonistas del cambio.
Los 10 PRINCIPIOS resumen los valores esenciales enunciados en diversas declaraciones de Naciones Unidas. Las empresas que se unen a la iniciativa, aceptan estos 10 Principios, comprometiéndose a implementarlos a nivel interno y, por lo tanto, a respetar los derechos humanos y normas laborales, a preservar el medioambiente y a actuar con transparencia en sus actividades y operaciones.
LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE
Tras la aprobación, en septiembre de 2015, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, se otorgó el mandato al Pacto Mundial para sensibilizar y ayudar a las empresas a contribuir a la nueva agenda de desarrollo.
Esta agenda, sitúa por primera vez a las empresas como agentes clave de desarrollo y coloca sus aportaciones al desarrollo sostenible al mismo nivel que las realizadas por los estados y la sociedad civil.
Para ello, hay que superar la barrera del respeto o ‘’no harm’’; es decir, no basta con que las empresas no causen impactos negativos en sus grupos de interés y en la sociedad en su conjunto, sino que deben empezar a actuar como agentes de desarrollo, causando impactos positivos que cambien la forma de hacer negocios y mejoren el bienestar del conjunto de la sociedad.
Se trata de que las empresas asuman como suyos tanto los 10 Principios, como los 17 ODS, ambos marcos transversales en temáticas y en el fin que persiguen. Solo de esta forma conseguiremos un mundo donde las empresas actúen de forma responsable y generen desarrollo sostenible.