Esta tarea no deja de ser una excusa más para repasar conceptos y adelantar un poquito los de Unidades Didácticas siguientes en unos pocos minutillos.
El juego se basa en el clásico blacjack o 21, pero mucho más simple y dinámico. El (en este caso la) crupier reparte dos cartas por cada equipo de jugadores. Deberán decidir si quieren más cartas o se plantan con esas dos ya, que el objetivo es obtener 21 puntos. Gana el equipo que más se acerque a esa cifra sin pasarse. Las figuras valen 10 puntos y el AS 10 (u 11 si coincide con otra figura). Ya está, así de simple.
Quien gana la mano de esa partida tiene derecho a carta de pregunta. Si se la sabe obtiene el punto. Si se equivoca, aprovechamos para volver a explicar, puntualizar, resolver las dudas que la carta haya planteado. Gana el equipo que más puntos consiga de los 12 que están en juego.
Por supuesto, un poco de atrezzo hace la actividad más simpática (además, la verdad, es que no me pude resistir a la pajarita con lentejuelas y a la clásica viserilla). Las cartas grandes para ayudar a que se vean manteniendo la distancia de seguridad son de Flying Tiger.
La prevención no es cuestión de suerte
Puedes compartir, con la atribución adecuada, sin propósitos comerciales y sin derivadas (salvo materiales que señalen expresamente que puedes compartir con la misma licencia)
